Los corticoides son unas hormonas producidas por la corteza suprarrenal que son indispensables para la vida.

Desde el punto de vista farmacológico, los corticoides se han podido sintetizar en diferentes formulaciones y son unos fármacos con potentes efectos antiinflamatorios e inmunosupresores, que se utilizan a menudo para el manejo de diferentes enfermedades, tanto agudas como crónicas como por ejemplo enfermedades reumatológicas, autoinmunitarias o alérgicas.

Tan importantes como sus efectos deseados o esperados, es la presencia de efectos secundarios o adversos derivados de su uso. Estos efectos adversos se hacen más evidentes en el uso crónico, y especialmente si se administran de forma sistémica versus la forma tópica aplicada directamente en la piel.

Efectos adversos de los corticoides

Los efectos adversos de los corticoides dependen de la dosis que se utilice y el tiempo del tratamiento. Pueden incluir:

• Edema e hinchazón generalizados, más evidentes en la cara y en las extremidades inferiores. Aumento de peso generalizado.
• Niveles altos de glucemia
• Tendencia a la hipertensión arterial
• Problemas cognitivos como cambios en la memoria o en la atención y cambios emocionales como tendencia a la tristeza.
• Osteoporosis y tendencia a fracturas
• Debilidad muscular y fatiga
• Malestar digestivo y sensación nauseosa
• Problemas oculares como glaucoma o cataratas
• Mayor predisposición a infecciones
• Piel fina, con más lesiones vasculares y dificultad para la cicatrización

Efectos de los corticoides en la piel

Los efectos de los corticoides en la piel los podemos explicar por los siguientes mecanismos:

• Disminuyen la capacidad energética y la llegada de glucosa a la piel. Esta disminución del metabolismo afecta negativamente a los fibroblastos que son células fundamentales en el entramado de la piel
• Aumentan la rotura de las grasas, de forma que estas se movilizan en el tejido subcutáneo, originando flacidez.
• Disminuyen la síntesis de proteínas de los fibroblastos, la cual cosa disminuye su actividad y se encarece la formación de elastina y colágeno
• La cortisona se deposita en el interior de los fibroblastos y cambia tanto sus características morfológicas como su función, afectando tanto a la formación de fibras como a la formación del tejido de granulación necesario en los procesos de cicatrización.

En resumen, los corticoides disminuyen la resistencia tensora de la piel y disminuyen su grosor. La piel es más vulnerable a las infecciones y tiene una peor capacidad para la cicatrización.

Como además se produce un edema y un aumento del tamaño corporal, la rotura de las fibras será más probable y tendrá lugar la aparición de estrías. Además, por las características de la piel, que está visiblemente adelgazada, serán estrías de mayor profundidad y tamaño.

Con los tratamientos tópicos, basados en cremas de corticoides, los efectos en la piel también son posibles (los generales son mucho menos probables). Especialmente si se hace un mal uso o no se descansa en su aplicación.

La mayoría de estos cambios serán reversibles cuando finalice el tratamiento o es posible ajustar la dosis de la medicación. Sin embargo, ante las estrías, la mejor herramienta siempre es la prevención desde el primer día. Si tienes que empezar un tratamiento con corticoides cuida tu piel desde el principio.